La ganadería tiene un bajo nivel de emisiones de efecto invernadero a nivel internacional y las correspondientes a la producción argentina representan solo 0,15% del total del planeta, según informe del IPCVA.
El feedlot se ve perjudicado, a la vez, por la suba de la relación ternero/novillo y por la baja de la relación novillo/maíz.
Las 77.000 ton exportadas de carne bovina argentina en septiembre 2020, equivalente a res con hueso, generaron ingresos por US$ 309 millones, con mayores valores por tonelada.
Según el informe de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER), la pizarra marcó aumentos en todas las categorías, aunque algunas muy por debajo de lo esperado.
Desde el INTA reconocen que el engorde pastoril es una estrategia productiva que permite dar respuesta a las nuevas exigencias de la sociedad.
El ganado argentino fue el único que subió en dólares en la región con una mejora semanal de 11 centavos, apoyada en la demanda Hilton.
Si el 20 o el 30% incorporara la ‘ganadería regenerativa se podría capturar casi todo el dióxido de carbono generado en la Argentina’.
Ganó tres centavos de dólar ante una oferta que no satisface la demanda. Paraguay y Brasil lideran las bajas generalizadas.
En los feedlots la ocupación es de solo 61% y el índice de reposición de 0,78. La mayor parte de las empresas están vaciando corrales.
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