El IPCVA desarrolló protocolo para implementar en feedlots
La iniciativa surgió de unas jornadas técnicas realizadas en 2017. Para el desarrollo de esta herramienta participaron organismos nacionales, de España, Suecia y Brasil.
La tendencia actual de intensificación de sistemas ganaderos favoreció la expansión de sistemas de engorde a corral.
A partir de la presencia que tiene de ciertos factores de riesgo para el bienestar animal, fue necesario el desarrollo de indicadores objetivos y protocolos válidos, fiables y aplicables que posibiliten evidenciar el estado de los animales.
En este contexto y en base a una iniciativa del INTA, a través de una propuesta realizada en la VII Compulsa Técnica IPCVA, en 2017, se comenzó a trabajar en un proyecto que tuvo 3 años de duración, que convocó a la participación de especialistas pertenecientes a diversos orígenes.
En ese sentido intervinieron investigadores de organismos de Argentina (INTA, SENASA, UBA, UCASAL, CAF), España (IRTA), Suecia (SLU) y Brasil (PUCdP).
En ese proceso se desarrolló un protocolo de evaluación de bienestar animal en bovinos destinados a producción de carne que se encuentren en sistemas de terminación a corral representativos de la Argentina.
Esta herramienta contempla aspectos éticos, posibilitando la adaptación a las exigencias reglamentarias crecientes.
El trabajo permitió arribar a una herramienta validada, confiable y práctica capaz de identificar la situación de una explotación y crear un plan de mejora de bienestar animal específico para implementar en establecimientos situados en las diferentes regiones del país.
El uso y aplicación del protocologenerará un impacto positivo desde distintos puntos de vista, ya que posibilitará promover la cantidad y calidad de carne producida.
Esta herramienta contempla aspectos éticos, posibilitando la adaptación a las exigencias reglamentarias crecientes, a la vez de proporcionar una mayor seguridad a los trabajadores involucrados en el manejo del ganado.
Este logro representa un punto de partida que abre las puertas al desarrollo de otros protocolos orientados a la evaluación de bienestar animal en otros sistemas de producción, así como en otras etapas de la cadena productiva destinada a la producción de carne vacuna.